según la Inmobiliaria Metropole, la baja natilada en Ourense va influir negativamente en el mercado de la vivienda en la ciudad

Decir que el país va a necesitar más inmigrantes, no es una locura, porque a medio plazo sera absolutamente inevitable que la inmigración vuelva a crecer en Ourense. Ésta es la reflexión que ha hecho Jorge Fernández Loureiro, presidente de inmobiliaria Metropole Ourense, en la edición de las jornadas inmobiliarias inmonext de este año. Fernández ha recordado lo vinculados que están la fecundidad, la mortalidad y los balances migratorios con el sector inmobiliario y las escasas perspectivas de recuperación de estos factores a corto plazo en nuestro mercado. El número de nacimientos se ha ido reduciendo desde finales de los 70 y la baja natalidad se va a mantener al menos hasta 2026. Menos nacimientos significa menos jóvenes y menos emancipación para acceder a una vivienda", ha comentado. Fernández también vaticina que las defunciones seguirán creciendo durante la próxima década, mientras que el balance migratorio (es decir, la diferencia entre las personas que entran y salen de Ourense) empezará a mejorar a partir de 2020 gracias al regreso de los extranjeros. En su opinión, la llegada de inmigrantes será todo un revulsivo para la economía y también beneficiará al mercado de la vivienda, ya que su vuelta a Ourense está vinculada necesariamente a la demanda residencial.